El hecho imponible del impuesto sobre el alcohol: La destilación (II)

  |   Lectura: 6 min.

Por otro lado, fuera de España, los cereales y tubérculos constituyen la base principal para obtener alcohol. En este caso, el almidón se transforma en azúcares fermentables mediante una sacarificación simultánea con fermentación, utilizando malta y levaduras. El proceso incluye tratamiento térmico en autoclaves, homogeneización y una fermentación de tres días. El líquido resultante, con una riqueza alcohólica de entre 10º y 13º, contiene además mucílagos, ácidos y aceites de fusel, y se somete a destilación en columnas especializadas.




La destilación y rectificación de alcoholes es un proceso esencial en la industria química, farmacéutica y alimentaria. Para comprender su funcionamiento, es necesario analizar los componentes clave de los aparatos que lo hacen posible: la columna de destilación, platos, reguladores y condensadores. Estos elementos no solo permiten la separación eficiente de compuestos, sino que también garantizan la estabilidad operativa y la calidad del producto final.

Columna: Platos de barboteo

Los platos son estructuras metálicas circulares, dispuestas a intervalos regulares dentro de la columna de destilación. Su función principal es facilitar el contacto entre los vapores ascendentes y los líquidos descendentes, promoviendo así la transferencia de masa y energía.

En los sistemas más avanzados, se emplean platos de barboteo, que mejoran significativamente la eficiencia del proceso. Estos platos están conectados mediante tubos bajantes que permiten el flujo descendente de líquidos, mientras que los vapores ascienden a través de chimeneas equipadas con cazoletas o campanas. Este diseño obliga a los vapores a burbujear en el líquido presente en cada plato, asegurando un contacto más intenso y una separación más precisa.

La geometría de las perforaciones, la altura de los tubos y el ajuste de las campanas son parámetros críticos que determinan el rendimiento del sistema. Además, el cierre hidráulico impide el paso de vapores por los tubos de bajada, garantizando que el flujo se mantenga en la dirección deseada.

Reguladores de vapor: control automático de presión

La estabilidad del proceso depende en gran medida del control de la presión interna. Para ello, los aparatos rectificadores incorporan reguladores de vapor, dispositivos que ajustan automáticamente el flujo de vapor en función de las variaciones de carga, temperatura y extracción de productos.

Estos reguladores funcionan como botellas de presión, donde el «nivel del menisco» en un tubo de vidrio activa un flotador conectado a un sistema de palancas. Cuando la presión aumenta, el menisco se eleva, provocando el cierre parcial de la válvula de entrada de vapor. Si la presión disminuye, el sistema reacciona abriendo la válvula para restablecer el equilibrio.

Generalmente, los reguladores se ubican en el primer piso de las torretas, entre la columna y el tubo de entrada de vapor.

Condensadores: recuperación y redistribución de vapores

Los condensadores cumplen una función doble: condensar los vapores alcohólicos generados en la columna y redistribuir el líquido resultante. Parte del condensado regresa a la columna para continuar el proceso, mientras que otra parte se dirige a una nueva etapa o se extrae como producto final.

En algunos casos, los condensadores también se utilizan para calentar materias primas, como el vino, o para generar vapor a partir de agua, que luego se distribuye a las distintas columnas del sistema.

Cada columna suele estar equipada con dos o tres condensadores. El primero, ubicado junto a la salida de la columna, realiza la condensación principal. El segundo, más alejado, actúa como refrigerante, enfriando el producto condensado y asegurando su estabilidad térmica.

Los modelos más comunes son los condensadores tubulares, en los que el agua fría circula entre haces de tubos, condensando los vapores que ingresan por la parte superior. El líquido resultante se recoge en la parte inferior y se redirige según las necesidades del proceso.

En conjunto, estos elementos —platos, reguladores y condensadores— conforman el núcleo operativo de los aparatos de destilación y rectificación. Su diseño y funcionamiento permiten una separación eficiente, segura y adaptable a diversas aplicaciones industriales. La evolución tecnológica en estos sistemas continúa abriendo nuevas posibilidades para la optimización de procesos y la mejora de la calidad en la producción de alcoholes y derivados.

Aparatos destiladores-rectificadores de acción continua

La destilación continua es una técnica fundamental en la industria de producción de alcoholes, especialmente en procesos de gran escala que requieren eficiencia, precisión y calidad constante. Los aparatos destiladores-rectificadores de acción continua están diseñados para operar sin interrupciones, permitiendo la transformación de materias primas en alcohol etílico mediante un sistema de columnas, condensadores y elementos auxiliares. Este artículo describe su estructura, variantes y aplicaciones según el tipo de materia prima utilizada.

(a) Estructura de los aparatos de una sola columna

Los rectificadores de una sola columna están compuestos por varios elementos esenciales: (1) Depósito para el líquido alcohólico (2) Destrozadoras (3) Elevadoras (4) Desflemadores, calienta-vinos, condensadores y refrigeradores. La columna principal no tiene sección uniforme. Los dos tercios inferiores presentan un diámetro mayor y se denominan columna destrozadora, mientras que el tercio superior, más estrecho, se conoce como columna elevadora o concentradora. La alimentación del vino se realiza de forma continua sobre el plato superior de la depuradora, pasando previamente por un serpentín en el calienta-vinos. En este proceso, el vino se calienta y se desalcoholiza parcialmente, mientras que los vapores ricos en alcohol ascienden, se condensan parcialmente y se redirigen para su licuación total.

(b) Variantes de diseño y optimización

Una variante eficiente consiste en separar completamente la columna depuradora y ampliar la columna elevadora, que actúa parcialmente como depuradora secundaria. Esta configuración permite reducir la altura total del aparato, disminuir el consumo energético y aumentar la productividad. Además, mejora la calidad del alcohol obtenido al ampliar los elementos encargados del agotamiento de la materia prima.

(c) Rectificadores de múltiples columnas

Para lograr una depuración más completa, se emplean aparatos con dos o más columnas:

Dos columnas: La primera depura la materia prima, eliminando cabezas y vinazas. La segunda realiza la rectificación de las flemas, separando alcohol, aceites amílicos y otros compuestos.

Tres columnas: La primera desgasifica la materia, la segunda extrae vinazas y envía flemas en forma de vapor a la tercera, que realiza el desdoblamiento. El residuo líquido regresa a la segunda columna.

Más de tres columnas: Existen sistemas con carga cerrada, destilación continua o discontinua, y circuitos caloríficos cerrados. Algunos aparatos permiten alternar entre destilación y rectificación según las necesidades del proceso.

(d) Elementos complementarios: desulfitadoras y recuperación de subproductos

Cuando se destilan vinos o mostos azufrados, es necesario incorporar desulfitadoras, que eliminan compuestos de azufre difíciles de extraer por destilación simple. Estas unidades se acoplan a la columna de cabezas y utilizan una solución de carbonato sódico para transformar los compuestos de azufre en formas solubles, que se eliminan junto con la vinaza. Otro subproducto valioso es el cremor tártaro, que se obtiene de las vinazas y residuos de caldera ricos en ácido tartárico. Mediante decantación y tratamiento con cal, se produce tartrato cálcico, que posteriormente se tuesta para su comercialización.

(e) Producción de alcohol según la materia prima

La producción de alcohol industrial puede partir de sustancias azucaradas o de productos feculentos y amiláceos, según la disponibilidad regional de materias primas. En el caso de melazas de remolacha, caña de azúcar y residuos de la industria azucarera, la sacarosa debe ser previamente desdoblada mediante levaduras para iniciar una fermentación rápida bajo condiciones controladas de acidez y concentración. El líquido fermentado se destila luego en aparatos continuos o discontinuos.

Por otro lado, fuera de España, los cereales y tubérculos constituyen la base principal para obtener alcohol. En este caso, el almidón se transforma en azúcares fermentables mediante una sacarificación simultánea con fermentación, utilizando malta y levaduras. El proceso incluye tratamiento térmico en autoclaves, homogeneización y una fermentación de tres días. El líquido resultante, con una riqueza alcohólica de entre 10º y 13º, contiene además mucílagos, ácidos y aceites de fusel, y se somete a destilación en columnas especializadas. La evolución de los aparatos destiladores-rectificadores ha permitido optimizar la producción de alcoholes industriales, adaptándose a distintas materias primas y exigencias técnicas. Su diseño modular y capacidad de operación continua los convierten en herramientas clave para la eficiencia energética, la calidad del producto y la recuperación de subproductos valiosos.

 

 

Eduardo Espejo Iglesias

FIDE Tax & Legal